jueves, 20 de diciembre de 2007

LUZ. Resumen 1 al 36

Se siente en su patria como en terreno desconocido.

Resumen de capítulos 1 al 36.

El golpe de estado ocurrió en la oscuridad. Luz fue salvada en brazos de sus abuelos. ¿Quién es Luz?
Los abuelos traspasaron la frontera, y en un viejo cuartel al borde de la selva tuvieron un encuentro electrizante con Garras Prometeo, un ser asombroso, y con un hombre llamado Helio, personaje difícil de comprender.
Helio, en su laboratorio, recordó tiempos pretéritos; muchas cosas se oscurecieron más: Garras Prometeo tiene un pasado sangriento, conectado con Rompecráneos el líder de los usurpadores. ¿Destinos paralelos o casualidad?
Una exótica guerrera apareció en escena, prendada de Garras Prometeo, vive un salvaje romance en el paisaje tropical.
Luz fue preparada, de extraña manera, para una desconocida misión por dos maestros asombrosos. Después de largo tiempo, la joven debe regresar a su patria, un país plagado de bestias, un clima impredecible y enemigos poderosos. Sobre su espalda lleva un cargamento importante y enigmático.
Sola en la selva, Luz encontró dos aliados: un esclavo fugado, y un anciano con una historia de supervivencia bajo el régimen dictatorial de Rompecráneos difícil de creer. Este anciano dice conocer secretos de los usurpadores y comienza a contarlos. ¿Será confiable o es una trampa?
¿Cuál es la misión de Luz? ¿Quiénes son sus enemigos? ¿Viven aún los padres de Luz, después de tanto tiempo? ¿Qué lleva en el bulto, ahora enterrado en un sitio tan lúgubre? ¿Cómo se ve Luz bajo el sol?
Sí has leído con detenimiento los anteriores capítulos, y observado las imágenes, probablemente ya tengas algunas respuestas.

domingo, 9 de diciembre de 2007

36.- LUZ

¿Es así la amenaza sobre Luz? Pronto conoceremos ambas: Luz y la amenaza.

Capítulo 36: Un extraño
Paralizados por la sorpresa, los dos jóvenes miraron a su alrededor. Luz puso una mano sobre el hombro de Rayo y con la otra señaló hacia un agujero en el suelo, bajo la cúpula de la calavera. Esa abertura quería ella mostrarle cuando antes lo llamó en susurros. Los jóvenes no se movieron, guardaron el más profundo silencio.
Algo oscuro comenzó a salir, primero una flaca mano, luego una cabeza y al final el resto de un pequeño cuerpo. Era un menudo anciano, ágil y fluido en sus movimientos.
Ambos jóvenes le ayudaron.
-Gracias, gracias. Perdónenme por el susto- dijo en un susurro. -Me encantan las bromas. No pude resistir la oportunidad- y se estremecía de risa.
El sobresalto y la molestia desaparecieron. El viejecito era demasiado simpático. Cuando comenzaron a hablar, el anciano se puso un dedo sobre la boca y les hizo señas para alejarse de allí. Salieron de la calavera por la nuca, donde las vértebras de la columna se insertan en el cráneo. El anciano se sentó en el suelo y habló a media voz:
-Estábamos en el centro de la cúpula del cráneo, la calavera está en el centro del domo de la caverna y debajo de la calavera está la salida de mi refugio; coincidencias.
Se quedó pensativo, los jóvenes permanecieron en silencio. En su interior, Luz se dijo:
-Más coincidencias.
-En la mente de Rayo se estaban formando muchas preguntas, casi no podía oír.
Continuó el anciano:
-Mi nombre es Reidor. Pertenecí al clan Grises Pelo Largo, ya no me considero parte de ese clan, ni tengo el pelo muy largo. En la actualidad, los clanes sólo existen de nombre, sus nuevas autoridades se vendieron a los más bajos objetivos y sus miembros están sumisos, aunque la mayoría cree gozar de libertad, se engañan sobre su verdadera situación.
Miró hacia los lados y guardó silencio.

domingo, 2 de diciembre de 2007

35.- LUZ

La oscuridad es intensa. Mano firme, fuego en alto, la luz aleja el mal.

Capítulo 35: Otra amenaza
Luz se aproximó a Rayo para oír mejor; el joven suspiró y comenzó un relato.
-Soy Rayo del clan Marrones Pelo Corto. Soy un esclavo. Mis padres eran parte del Consejo Menor, ése es mi crimen y la esclavitud mi castigo. Las autoridades resistentes a los usurpadores, fueron condenadas; pasaron a ser esclavos con sus familias.
-Tenía varias noches sin poder dormir tranquilo, un presentimiento me mantuvo sobresaltado; me calmaba componiendo poemas y canciones, mientras trabajaba en los campos de esclavos y durante la noche. Hoy me dejé llevar por los más extraños impulsos y escapé; sin saber cómo, me dirigí a tu encuentro.
Titubeante agregó:
-Perdóname por la última pregunta: tu forma de hablar es extraña, usas muchas palabras nuevas para mí.
Guardó silencio.
Fue Luz, quien ahora se sintió ruda y grosera. Se propuso estar a la altura de su interlocutor y comenzó a hablar:
-Gracias por salvarme. Mi nombre es Luz y no tengo clan.
Sin pausa, contó su historia. Omitió todo lo referente a las enseñanzas recibidas de sus maestros. Los describió como buenos samaritanos, quienes la ocultaron y protegieron, junto con los abuelos; no entró en detalles respecto al aspecto de sus protectores, mucho menos mencionó algo acerca del morral. De acuerdo a su versión, ella y sus abuelos habían estado escondidos, todo este tiempo, al otro lado del río y Luz había regresado oculta en un barco; estaba aquí para saber de sus padres. Al final, dijo:
-Ni tú ni yo hablamos de manera extraña, cada uno habla según sus costumbres.
Rayo se sintió mejor. En su mente se formaron muchas preguntas, prefirió posponerlas; sentía una desproporcionada confianza en ella para el poco tiempo de conocerla. Cuando abrió la boca para comenzar a hablar, una horrible voz, grave, fuerte y tenebrosa los cubrió:
-¡Que historias tan conmovedoras!
Retumbó una profunda y gutural carcajada dentro de la calavera, resonando con su propio eco. La gigantesca catedral de roca, contribuyó a acentuar el horror, repitiendo una y otra vez, la macabra risa.